EUROPA
PRESS
30 marzo
2021
Ortorexia,
cuando la alimentación saludable se convierte en una obsesión
Fátima Servián
Franco, profesora en el Grado de Psicología y en el Máster Universitario en
Nutrición y Salud de la Universidad Internacional de Valencia, ha advertido de
la ortorexia, el exceso de preocupación por la comida sana.
En la actualidad, no se reconoce como una categoría
diagnóstica por lo que no se considera un trastorno, sino una alteración de la
conducta alimentaria que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
afecta al 28 por ciento de la población occidental.
"La ortorexia se compone de dos etapas, la primera de
ellas se sustenta en elegir comer una dieta saludable, lo cual es muy lícito,
pero en la segunda hay una intensificación de esa búsqueda caracterizada por la
obsesión patológica de la comida biológicamente pura, lo que lleva a
importantes restricciones alimentarias", detalla la experta.
En este sentido, expone que "se considera que una
persona sufre ortorexia cuando realiza una dieta restrictiva y un aislamiento
social compensatorio, evitando obsesivamente los alimentos que contienen o
podrían tener colorantes, conservantes, pesticidas, ingredientes genéticamente
modificados, grasas poco saludables o contenidos excesivos en sal, azúcares y
otros componentes".
Dicho de otro modo, cuando la obsesión por la alimentación
saludable acarrea sufrir alteraciones físicas, como la desnutrición;
psicológicas, como las tendencias obsesivas; y sociales, como el aislamiento,
aparece la patología.
En cuanto al perfil de pacientes, la docente de VIU indica
que "las mujeres, jóvenes en el periodo de adolescencia y quienes se
dedican a deportes como el culturismo, el atletismo y otros, son los grupos más
vulnerables".
Por otro lado, la experta argumenta que las principales
influencias de este estilo de vida "son el movimiento y la industria de la
comida ecológica y orgánica". "Para esta corriente, los alimentos se
consideran impuros por llevar herbicidas, pesticidas u otras sustancias
artificiales. Este estilo de vida se sustenta en las técnicas y materiales
empleados en la elaboración de los alimentos", añade.
¿Qué consecuencias psicológicas puede tener la ortorexia?
Esta alteración de la conducta alimentaria puede derivar en
problemas psicológicos como la preocupación excesiva y obsesiva por la calidad
de lo que se come más que por el placer y la necesidad de comer. "Esto
provoca que los hábitos alimentarios sean cada vez más estrictos, lo que les
induce a un aumento de la autoestima mientras siguen la dieta correcta, aunado
a un sentimiento de superioridad hacia aquellos que no siguen esta dieta.
Cuando rompen esta dieta se observa un sentimiento de culpabilidad ya que su
autoestima va muy unida a lo que comen", detalla Servián.
En esta misma línea, destaca que "las personas con
ortorexia son rígidas, perfeccionistas, estrictas y padecen intensos
sentimientos de culpa cuando no cumplen lo que se proponen". Por estas
razones, señala que para la recuperación de un paciente con este trastorno es
importante trabajar de forma multidisciplinar estos aspectos y los nutricionales.
"Esta es la base para un correcto reajuste entre una preocupación sana por
lo que se come y la obsesión que conlleva problemas psicológicos, nutricionales
y sociales", remacha.